Actualmente Yemen está pasando por una por una de las guerras civiles más crudas de su historia. Sí, lo de Yemen es grave y no parece solucionarse a pronto plazo, y mientras los líderes mundiales siguen reuniéndose en oficinas privadas, allá afuera la guerra está golpeando, y muy fuerte, a un país que se está quedando sin recursos, y sin nada, absolutamente NADA que comer.
El por ejemplo es Salim Ali Salim, y hace más de un mes fue llevado de urgencia al hospital de la ciudad de Al Hudaydas debido a su más que evidente desnutrición.
Afortunadamente, hoy este niño de apenas 5 años de edad parece estar recuperando, pero… ¿dejará de sufrir algún día?. Duele decirlo, pero quizás la respuesta más lógica sería un NO. “Él ha sufrido desde el día que nació”, comenta uno de sus hermanos mayores.
Salim es uno de los ocho hijos de una familia de pescadores del pueblo de Baqea, a pocos kilometros de Al Hudaydas. Su familia en estos momento es una más entre las más de 600 que día a día a sufren por la falta de alimentación.
La situación es caótica y dolorosa: por ejemplo, antes de la guerra, un pescador podía mantener a su familia con solo pescado, pan y arroz; sin embargo, en la actualidad el conflicto armado ha reducido las comidas a pan y té para el desayuno y el arroz para el almuerzo.
“Actualmente, tenemos como 20 casos como el de Salims todos los días”, explica Ossan al-Abbsi, pediatra del hospital de Al Hudaydas. Y agrega... “Antes solíamos tener cinco casos parecidos al mes y generalmente las camas estaban vacías. Ahora, nunca se puede encontrar una cama vacía en nuestra unidad.Hay un aumento de la aceleración en el número de niños que sufren malnutrición.”
Según informa la misma ONU. Hoy en Yemen los precios de los alimentos se elevan por encima del 60% y más de la mitad de la población de 26 millones de habitantes del país sufre de inseguridad alimentaria.
Por otro lado, según datos recogidos de la Unicef, al menos unos 96.600 niños menores de cinco años están en riesgo de desnutrición aguda grave, un número bastante más que los 23.000 que estaban antes de que el conflicto se intensificara en marzo de este año.
En el caso de familias como las de Salim, que se dedican exclusivamente a la pesca, la cuestión se torna grave, ya que que tal actividad se ha visto reducida en un 75% en todo Yemen. Esto se debe a que la coalición liderada por Arabia Saudita les ha restringido el acceso al mar y ha bombardeado gran parte de sus barcos
Según un informe de Naciones Unidas, la guerra civil en Yemen provocó hasta el momento más de 10 mil muertos y una situación de crisis humanitaria para más del 80 % de su población, provocando que muchos yemeníes se exilien.
Las cifras hablan por si solas, y las imágenes también. Y si bien, hoy Salim puede sonreír, quizás por primera vez en su vida, la situación no parece mejorar. Me pregunto si aún quedará algo en el mar de Yemen después de tantas muertes y sangre no correspondida.