El Proyecto Alimentación consiste en el reparto de packs de alimentos para familias (casi el 99% mujeres con niños), y es el primero que empezamos en Solidarios sin Fronteras en el 2015, cuando iniciamos el trabajo en el país.
Recordamos perfectamente el primer reparto de alimentos. Lo hicimos en un hospital, para unas 15 familias, y cuando Faten nos envió las imágenes, nos quedamos sin respiración.
- Cada pack de alimentos costaba (2015) entonces 64€, así que mandamos 1.000€, sin imaginar ni por un momento que 7 años más tarde alimentaríamos cada mes a 150-200 familias (unas 1200 personas)…
- En el 2017 la caja de alimentos ya costaba 74€ y enviábamos para unas 75 familias cada mes.
- En el 2019 el precio ya era de 75€ y con ayuda de una Fundación que apoyaba el proyecto, pudimos enviar cada mes para 200 y a veces hasta 250 familias.
- En el 2020 el pack de alimentos subía a 78€ pero pudimos seguir manteniéndolo porque la Fundación italiana siguió apoyándonos.
Entonces llegó el COVID, y ante la imposibilidad de repartir los desayunos escolares, ampliamos el proyecto de cajas de alimentación, repartiendo a menudo entre las familias de nuestras escuelas.
Pero de repente, tal y como os venimos explicando desde hace semanas, empieza la guerra en Ucrania y sus consecuencias devastan aún más un país que podía soportar poco más…
Al bloqueo de 7 años y a la emergencia humanitaria brutal, se suma una enorme escasez de cereal (porque lo recibían de Ucrania) y de gas (que llegaba de Rusia). El pan, la base de la comida en todos los países árabes, empieza a ser cada vez más y más caro y la bolsa de harina se pone a precios prohibitivos.
Nos llegan cada vez más noticias de que hay un enorme número de mujeres, niñas y niños indigentes por las calles.
- La caja de alimentos (2022) se pone a 106€, que es el precio a día de hoy, y con todo el dolor del corazón, nos vemos obligadas a reducir el número a 50 cajas al mes
Y a todo esto nos asalta constantemente la pregunta del millón:
Si antes de Ucrania había unos 20 millones de personas en Yemen que no tenían acceso a comida, agua o medicinas, ¿De qué cifra hablamos cuando los precios se han incrementado un 60%?
Lo imaginamos y se nos eriza la piel.
Antes eran ellos y ellas quiénes no podían pagar los alimentos o el agua. Ahora tampoco nosotras sabemos hasta cuando podremos mantener lo que hacemos.
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Solo las cuotas mensuales permiten mantener los proyectos cuando llegan situaciones como la que vivimos actualmente. Las donaciones puntuales han bajado en picado porque se han volcado en otra causa, y solo se puede compensar aumentando el número de socios y socias.
En estas dos últimas semanas tenemos 19 socixs nuevos y varias personas que ya lo eran que han incrementado su aportación, y de verdad, no imagináis la emoción que sentimos cada vez que se suma alguien más. Es un “no os vamos a dejar solas” lleno de energía por todo el trabajo de estos años. No tenemos palabras para agradecer tanto apoyo y cariño.
Gracias a esta inyección, si continuamos en esta línea, en septiembre podríamos volver a las 75-80 cajas mensuales o podríamos volver a dar desayuno completo en las escuelas el día que hemos tenido que reducirlo.
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