Yemen y su larga proyección de solidaridad con el pueblo palestino.
Desde el comienzo del genocida asalto a Gaza en octubre, los houthis de Yemen han manifestado alto y claro su apoyo a los palestinos, lanzando misiles en dirección a Israel e interceptando los barcos que se dirigen hacia allí (deben pasar por el Estrecho de Bab al Mandab, que pertenece a Yemen).
Ningún proyectil ha caído en Israel, todos han sido interceptados, pero con el bloqueo al paso de los barcos si que han logrado algo increíble: dejar a Israel desabastecido de productos, con su principal puerto sin barcos.
La respuesta está siendo brutal, con una coalición liderada por los EEUU y Gran Bretaña, bombardeando Yemen como represalia, con centenares de muertos (de los que nadie nos habla).
Pero hay algo que no cambia ni bajo intensos bombardeos:
el fuerte compromiso de la población yemení en apoyo de Palestina. La gente está conmocionada por la injusticia que sufren los palestinos y el doble rasero demostrado por los poderosos Estados que dominan la política mundial.
Ya en 1947 la delegación yemení de la ONU se unió a otros cinco Estados árabes cuyos representantes abandonaron la sala de la Asamblea General de la ONU cuando se aprobó la partición de Palestina para entregarla a Israel.
Ahora, en 2024 y frente al terrible genocidio, en Yemen y en el resto del mundo árabe y musulmán (y en parte importante de Occidente), los ciudadanos de a pie se están dando cuenta de que Yemen es el único que actúa contra Israel.
Y para los EEUU cualquier fracaso a la hora de responder directamente a los ataques en el Mar Rojo resulta humillante en el contexto de su infatigable apoyo a Israel.
No somos pro-houthies ni de lejos (que aplaudamos lo que están haciendo no nos hace olvidar el daño y represión que infringen a su población, especialmente mujeres y niños), pero como dijo Faten un día: no los queremos con nosotros, pero les queremos contra los poderes del mundo y como defensores de nuestros hermanos palestinos.
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Foto: en.abna24.com
