Entre los meses de enero y febrero hay exámenes en Yemen, y algo extraño a nuestros ojos es ver las aulas en estas fechas con niñas y niños sentados en el suelo, en el patio, en la parte de la terraza del edificio…. Sin mesas ni sillas, escribiendo encima de sus rodillas o en el suelo.
No hay suficientes mesas ni sillas para que los alumnos puedan hacer los exámenes a una distancia «mínima».
En países como Yemen, donde las escuelas apenas se mantienen en pie, con tejados destruidos, ventanas destruidas, puertas inexistentes, falta de luz y de todo, este es el sistema que usa el profesorado para intentar controlarles durante las pruebas.
…Cada año, cuando vemos estas imágenes pensamos lo mismo: sería maravilloso poder comprar pupitres, mesas y sillas para que esto no sucediese, pero cada vez que se lo planteamos a Faten, la respuesta es la misma: ¿Y dónde los pondríamos? Porque no hay suficientes aulas, ni espacio…
Mientras la situación sea la que es no podemos pensar en alquilar espacios para ampliar escuelas, en construir aulas adyacentes… Lo máximo que tenemos planeado desde hace mucho tiempo es la remodelación de la Escuela 2 (ventanas, sistema eléctrico, baños, techos…), como ya hicimos en la Escuela 1, porque se mantiene en pie de milagro y tenemos los fondos guardados para ello. Lo difícil es encontrar el momento con todo lo que cada día pasa en Yemen…
De lo que si puede alegrarnos el corazón es saber que gracias a nuestro proyecto Desayunos Para Educar y Proteger en Yemen, alimentamos cada día a 1747 niñas y niños en 3 escuelas, y eso, además de proporcionarles comida (y vitalidad y energía), protegerles de las calles, de los secuestros, de la violencia contra las niñas (especialmente los matrimonios en edades tempranas), hace que vayan a la escuela y hoy les veamos haciendo estos exámenes para intentar tener un futuro si un día todo es diferente allí…
Porque SIN EDUCACIÓN NO EXISTE FUTURO NINGUNO
Gracias por ayudarnos a que este proyecto sea posible. Si queréis colaborar para que podamos alimentar a más niños y niñas:
Necesitamos seguir