Solidarios sin Fronteras nació del amor por un país y la amistad de las mujeres que la han creado. En realidad, todo fue unido, porque enamorarse de Yemen es imposible sin hacerlo de su gente. Faten apareció, como por encanto en aquel café, para enseñarnos tanto…
Hoy, cuando ella nos escribe preguntando si podemos alimentar a más familias, si podemos instalar más depósitos de agua, si podemos incorporar una nueva escuela al proyecto de los desayunos, es imposible no recordar aquella tarde y aquel pastel, que unió para siempre corazones y dos mundos que en principio, no estaban destinados a caminar de la mano.
Cada vez que Faten envía las imágenes de las familias a las que ayudamos esa semana, pensamos cómo un pequeño gesto, el de ella cortando un trozo de pastel y llevándolo a la mesa de la extranjera, movió un tsunami de cariño, de solidaridad, de afecto, de tozudez.
Porque si algo caracteriza a las mujeres que llevamos SSF es la tozudez sin duda alguna. El “no se puede” nunca nos vale. Nunca. Tirar la toalla nunca ha entrado en nuestros planes, y cada mes que pasa y ayudamos a más personas en Yemen, más claro tenemos el compromiso.
Creamos Solidarios sin Fronteras para estar ahí siempre. Ojalá no fuésemos necesarias, pero por desgracia lo somos. Solo hacía un par de semanas que había empezado la guerra cuando Faten mandó aquel mensaje pidiendo ayuda para su pueblo. Dos semanas y ya tuvimos claro que Yemen nos iba a necesitar por mucho tiempo…
Hoy ninguna imaginamos nuestra vida sin la organización. Forma parte de nuestro ser, y nos resulta inseparable de nuestro día a día, pero es que solo hay que MIRAR lo que se ha logrado en 6 años gracias a la tozudez y la perseverancia, y entonces se entiende todo.
Seguimos y seguimos porque hemos logrado haceros llegar a un buen puñado de buena gente, la realidad de un país del que nadie habla. Hemos logrado que miles de personas no quieran ser indiferentes ante lo que el mundo le está haciendo a Yemen.
Miles de gracias! Con vuestro apoyo continuamos!
En pleno Ramadan hemos reforzado nuestro proyecto de alimentación, y miles de personas tendrán alimentos en el mes más sagrado para ellos. Algunas familias reciben la caja de alimentos varias veces, siempre a criterio de Faten, que decide si el nivel de necesidad y el numero de hijos, lo requiere.
Si quieres ayudarnos a seguir, cualquier aportación hace milagros!!