Agua para Yemen

Las guerras tienen en los niñ@s un efecto especialmente devastador: les roba su infancia, les quita el derecho a la seguridad, la escolarización, el derecho a vivir en su casa, a alimentarse y tener agua potable.

En los países en guerra y en aquellos con un grave problema de agua, las familias se ven obligadas a depender de depósitos como los que tenemos en varios campos de desplazados.

Y en los campos, una de las obligaciones de los niños y niñas es ser los responsables del agua.

Terrible responsabilidad la de asegurar que su familia no se quede sin agua.

Por ello son los que pasan horas y horas haciendo cola, guardando el turno, vigilando los recipientes que le ha dado su mamá.

En Yemen cuando llegan las lluvias las crías y los críos salen descalzos a las calles a saltar y bailar bajo la misma. Pero si se vive en un campo de desplazados lo que se tiene bajo los pies es puro barro y el baile por la llegada de las lluvias ya no tiene nada de divertido con todo encharcado, sin letrinas, lleno de aguas residuales… El horror.

Pero aún y así a veces, pocas pero algunas, la persona que llena los depósitos de agua les echa un manguerazo encima para jugar, y de verdad que los gritos y las algarabías emocionan. porque al final, los niños son niños en cualquier lugar.

Por desgracia, esos momentos duran muy poco y de nuevo, la responsabilidad de vigilar y posteriormente cargar con los recipientes de agua hasta la casucha en la que malviven, se impone. Porque desde muy pequeños aprenden que SIN AGUA NO HAY VIDA.

El proyecto Agua Para Yemen es posible desde el 2016 gracias a muchas personas que donan 1€ al mes en el grupo Teaming que tenemos para este proyecto, y gracias a las personas que se hacen socias mensuales. También gracias a aportaciones puntuales.

Empezamos instalando 2 depósitos de agua en un campo en el 2016 y actualmente tenemos 50 depósitos en 4 campos y 5 escuelas. ¡No está mal para una ONG tan pequeña como SSF!